Hace 39 viernes que nos reunimos para pedir para que en nuestro país no se sigan promoviendo leyes que van en contra de la vida y la familia.
Y elevamos este pedido a Dios, nuestro Señor Autor de la vida especialmente porque en esta empresa sin Él nada podemos hacer.
Y podemos afirmar que cada actividad que se hace a favor de la cultura de la muerte son obras manifiestas en contra de Dios que es el Autor de la Vida.
Una de esas actividades es el Encuentro Nacional de Mujeres auto-convocadas que cada año intenta promover en diversos talleres el aborto, intentando que este crimen llegue al Congreso como proyecto de ley. En este encuentro queda claramente demostrado que la lucha pro vida es una lucha también en defensa de la fe porque después de cada encuentro se intentan profanar templos los cuales son defendidos por valientes católicos de distintos lugares del país.
Este año este encuentro va a ser realizado en la provincia de San Juan, y estará apoyado por cada uno de aquellos diputados y senadores recientemente electos que prometieron tratar el aborto en sus respectivas cámaras, argumentando que el aborto seguro,legal y gratuito "es una deuda de la democracia". Deuda que esperamos jamás sea pagada.
A causa de esto es nuestro deber preguntarnos ¿Estamos haciendo todo lo que está a nuestro alcance para defender la Vida, la Familia y nuestra Fe? ¿O nos estamos acobardando frente a un enemigo que es menor en número que nosotros pero que grita más fuerte?
La respuesta la podemos dar cada uno de nosotros cuando venimos a la marcha, cuando rezamos un rosario, cuando elegimos bien a nuestros representantes, cuando no retrocedemos frente a todas las presiones que nos imponen de afuera.
Es por eso que en esta marcha queremos elevar una petición más al Señor diciendole:
Oh Jesús, no permitas que nunca nos desanimemos ni nos
acobardemos en la defensa del don precioso de la vida, desde
su comienzo en la concepción, hasta la muerte natural.
¡Muchas Gracias!
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